Tuesday 25 de March de 2008, 14:39:42

Ascenso a La Morra de Lechugales, el pico más alto del macizo oriental de Picos de Europa, por la canal de Lechugales y descenso por la canal de Arredondas

Salimos desde el pueblo de Brez por el camino del cementerio en dirección a los invernales de Rojes, atravesando los praos de San Facundo y Sandoblo para entroncar con el camino que sube desde Tanarrio hacia la entrada a la Canal de Lechugales. Ascendemos por los margenes del arroyo de Piedras Negras para llegar a La Campa y observar los picos del Jisu, Prao Cortes y Cortes, emergiendo entre trazos de nubes que nos hacen dudar de la continuidad del buen tiempo que disfrutamos. Rápidamente dejamos atrás las zonas verdes para entrar en el terreno dominado por los pedreros y pegados a la derecha comenzamos la subida por Lechugales. Yo que me habiá adelantado siguiendo una trocha que me llevaba al collado de Untuje de Tanarrio tuve que descender al no encontrar paso directo hacia el camino que seguian el resto de compañeros. Después de atravesar un pequeño sedo nos encontramos en la base de tres canales, Ramón cogio la de la derecha y Amador, Corin, Fernando y yo la de la izquierda. Ascendemos trepando por llambrias escalonadas y comodas pero poco después la caida de piedras y el aumento de dificultad nos hace subir por el borde de la canal para dirigirnos por la derecha hacia una atalaya donde nos espera Ramón, que nos comenta que ha visto algun jito pero ni rastro de senda por el pedrero que ha subido. Nos tomamos un descanso mientras esperamos a Fernando que viene muy retrasado, parece que la inactividad y la ruta del dia anterior, canal del Vidrio y Las Moñetas le esta pasando factura. Al llegar a nuestra altura nos dice que esta muy cansado y que se da la vuelta para no retrasar la marcha, ya que la niebla sigue rondando inquietante. Pensamos que es lo mejor ya que el camino de vuelta esta muy claro y todavia nos queda mucho camino por recorrer por lo que nos despedimos y mientras se queda descansando, nosotros continuamos la ascensión por unos impresionantes pedreros sin apenar ver jitos y sin trazos de senda, aunque no existe posibilidad de pérdida mientras la niebla no se cierre, cosa que no tenemos muy clara. Nos acercamos al circo final con el bloque cimero de La Morra a nuestra izquierda y sin aparente salida, hasta que nos fijamos en una grieta marcada por un jito, ascendemos por ella con mucho cuidado pues cualquier movimiento hace que se provoque una avalancha de piedras sueltas. Poco después atravesamos la collada que separa La Silla del Caballo Cimero y La Morra de Lechugales para dirigirnos rápidamente por el cresteo hacia la cima de esta última. Acometemos la trepada final para acceder a la cumbre y después de las fotos de rigor descendemos del bloque cimero para comer un poco y continuar la marcha para encontrar la canal de Las Arredondas. Cuando comenzamos a bordear el Hoyo del Evangelista la niebla se nos hecha encima y comienzan nuestro problemas. Realmente no sabemos donde coger exactamente Las Arredondas, mientras seguimos la linea de jitos vemos una senda abajo que entra en una canal, por el mapa vemos que es una canal que sale del Hoyo del Evangelista y que puede entroncar con la de Las Arredondas, pero al bajar no vemos ningun jito ni ninguna señal que nos indique que pueda haber paso, por lo que después de recorrer toda la zona buscando la entrada entre una espesa niebla nos decidimos a volver sobre nuestros pasos para seguir la linea de jitos que habiamos abandonado. La niebla sigue siendo muy espesa y apenas podemos distinguir la linea de jitos, dejamos unos a la izquierda que nos imaginamos que se dirigiran hacia el refugio de Andara para continuar por la derecha hasta llegar a una pista, que según el mapa tambien lleva al refugio de Andara pero debe tener un desvio para coger la canal de las Arredondas. Ramón se adelanta para inspeccionar la pista mientras nosotros seguimos buscando por los alrededores posibles señales que nos lleven a la canal. Se esta haciendo tarde y le gritamos a Ramón que si no ve rapidamente la entrada nos dirigiremos hacia el refugio de Andara y Sotres para coger un taxi y volver a Brez. De repente y por unos instantes la niebla se abre y vemos Las Arredondas delante nuestro por lo que la entrada tiene que estar en los alrededores, Ramón comenta que puede haber pasado por ella pero que con las prisas no se detuvo a comprobarlo, por lo que nos dirigimos hacia el lugar donde cree que puede estar la entrada y por fin vemos un jito que indica una pequeña trocha que se adentra en la canal, marcada por continuos jitos hasta llegar a las ruinas de las minas de Las Arredondas. Nos tomamos un pequeño descanso mientras nos relajamos de la tensión sufrida, para continuar el descenso incluso pudiendo disfrutar durante algunos momentos de la impresionante vista de la canal de Las Arredondas, pues la niebla se despeja y el camino de bajada no tiene problemas y esta perfectamente marcado. Con la noche echandosenos encima llegamos a los tramos finales de Las Arredondas para cruzar el arroyo de La Vega y entroncar con la pista que nos lleva directamente a Brez, momento en el que recibimos la llamada de Fernando para decirnos que ya esta en Llanes y que tal lo llevamos nosotros, le comentamos que acertó plenamente al darse la vuelta pues en su estado no sabriamos que podia haber pasado en caso de continuar y nos despedimos de él hasta la proxima salida que hagamos juntos. En poco tiempo llegamos a los coches y después de tomar una cerveza en Camaleño nos dirigimos a casa que nos queda mucho camino por delante y son casi las diez de la noche después de más de once horas de marcha.

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